6 dic 2013

Ángel.

Estábamos en la camioneta, viajando hacia algún lugar cuando, al mirar por la ventana, vi a un hombre ya mayor jugando con una pelota de trapo. No sé por qué pero no pude evitar pensar en por qué estaría él ahí tan solo y tan tarde, y por qué parecía que muchas cosas estuvieran pasando en el mismo instante que posaba su mano sobre la cabeza con un gesto de... ¿melancolía?
No sé tampoco por qué pero me dolió esa imagen.
Mientras miraba el atardecer por la ventana del carro, deseaba tener música y hacer trágico mi momento adolescente del día. Pero justo llegamos a un sitio muy bonito, que abre sus puertas guardando más historias que las que yo podría escribir, y todo aquello que quería ponerme triste dejó de ser importante.
Llevávamos las manos llenas de cosas materiales, pero el corazón vacío para cualquier experiencia que pudiéramos vivir en el momento. Entonces, entre pláticas apareció una mujer con un niño pequeño en su carrito. Pensé "ha de tener tan sólo unos meses", pero mi sorpresa fue tanta cuando me enteré que pasaba más del año. Su pequeño abdomen estaba hinchado y en los ojos de la madre había una valentía cargada de angustia que nos contagiaba a todos en la habitación.
Mi madre no dejó correr sus lágrimas hasta que escuchó la triste historia.
Un año, cuatro meses.
Una enfermedad congénita que condujo a sus dos hermanitos mayores a la muerte.
Una familia que ha tenido que vender sus pertenencias para poder pagar las medicinas que difícilmente llegan a sus manos.
Un dolor profundo en el alma.
El pequeño es un Ángel (qué hermosa coincidencia que se llame así), y tiene que hacerse 14 quimioterapias más para completar las 40 y poderle hacer trasplante de médula. Hay un donante por suerte, pero hay que esperar a los exámenes para ver si son compatibles.
Nos fuimos del albergue en el que estaban con el corazón encogido y con la promesa de volver y no dejarlos solos en esta dura batalla. Sé que así será.
No puedo decir ni siquiera cómo me siento porque no hay palabras para expresar lo doloroso que es el hecho de que hay demasiados seres en este mundo necesitando de tanta ayuda para poder seguir adelante y somos tantos los que nos compadecemos de nuestro propio pesar sin mirar al resto...
Sus ojos eran mágicos. Eran alegres e inocentes. ¿Sabría él a lo que se está enfrentando? ¿Sabría él que si no mejora su situación podría tener el mismo destino que sus hermanos? ¿Sabría él lo desesperados que están sus familiares por conseguirle un espacio en el mundo?
Dios..., tengo el alma rota.
Y poco a poco voy recogiendo los pedazos, porque si quiero ayudarle no seré un soporte inestable ni una expresión más de lástima. Seré apoyo y amor. Consuelo y paz. Fortaleza y valentía.
Espero que algún día ese niño pueda correr y sonreír incesante, sin que ninguna enfermedad ponga en peligro su futuro.
Espero que el anciano que fue el centro de atención en las primeras líneas de este escrito haya llegado a su hogar y haya recibido el amor que merece.
Espero que el mundo abra los ojos al exterior y se solidarice con el resto, sin juzgar.
Al final del día, cuando ya no había más que oscuridad entre las calles y entre las luces que emitían los faroles, iba una señora trotando y un gatito no mayor a 6 meses junto a ella, juguetón, risueño. Tan feliz como deberían serlo todos.
Tenía el alma dividida y el pensamiento confrontándose entre  el anciano, el niño y el gatito. Pero recordé que mi corazón adora a todos y a cuantos desee adorar en esta vida. Me sentí tranquila porque hoy alguien ya había recibido el cielo con una sonrisa.
Y no, no era el niño. Fui yo.
Con amor, Esperanza.

26 nov 2013

Celeste sereno.

Hace un rato me estaba preguntando -mientras miraba la ventana- ¿por qué cuando el cielo se pone tan blanco (antes de llover) decimos que está "oscuro"? Es decir, está más claro que nunca...
Pero no, el color del cielo no representa la intensidad del sol, como las sonrisas no representan el fuero interno de cada uno, ni sus pisadas en la arena...
He estado observando a unas cuantas personas en el transcurso del día, sólo para disfrutar de sus distintas personalidades. 
Si digo que no he ganado nada al hacerlo, estaría mintiendo.
Y me percaté de que cada uno sonríe con la picardía del otro y conversan tan amenamente que es difícil saber si realmente lo que expresan es lo que los embarga. Y lo digo así porque soy ignorante al estudio del ocultismo de sentimientos; no soy el tipo de persona que con una sonrisa lo tapa todo. Como decía, entre miradas y miradas no encontré más que malos intentos de llenar vacíos con tontas escenas que deberían ser eliminadas de la película de sus vidas pues..., ya saben: el relleno sólo desespera y estorba.
Yo pensaba mientras los veía que, quizá, sus problemas no son tan grandes y saben apartar las cosas inútiles de las verdaderamente importantes. O tal vez son personas que entienden la diferencia entre ser fuerte -mientras sufren en silencio- y hacer dramas innecesarios.
Personalmente, no comprendo la diferencia entre ambas. Estoy tan confundida y suelo pensar que ser fuerte es compartir tu dolor con alguien y mantenerte en pie, buscando salidas a los problemas (pero soy una persona realmente dramática a la que no le cabe en la cabeza nada cuando la adversidad acecha su ser).
Estas personas a las que estuve mirando son tan normales como yo, y no menos o más especiales. Tan sólo son personas de las que me gustaría escribir un libro por cada vez que se descuidan y dejan abiertas las ventanas de sus almas. Pero gracias a ellos descubrí algo impresionante y que tal vez muchos se han dado cuenta antes... El color del cielo no representa necesariamente la intensidad del sol, pero sí las distancias entre este y el eje en el que estamos.
Es como la distancia entre la sencillez de una sonrisa con la melancolía de una mirada. No me parece algo hipócrita de quien lo haga, pues en ocasiones es difícil hacer que nuestros gestos alcancen nuestros ojos. Y es que pareciera que tuvieran vida propia.
Los ojos... Cómo quisiera poder descifrar lo que cada uno de ellos quiere gritar. A las personas nos encanta opacarlos para que nadie revele nuestros cientos y cientos de secretos, y camuflarlos con la perfecta solemnidad de una sonrisa. Pero lo que no solemos ver es que el vidrio que separa el interior del exterior sólo tiene cortinas para el que pasa por su lado sin mirar. Para los que nos fijamos en el tesoro que guardan, no hay nada.
Somos un peligro...
Estoy inspirada en la manera en la que no quisiera estar: no encuentro una melancolía específica para quedarme callada mirando por el balcón. Pero la tristeza es abstracta y en casos como este, no necesita razones para quedarse.
Y sí, el cielo se ve celeste sereno, pero acá adentro está oscuro.
Bless U.

Remolinos en el cabello

Hola mundo.
Bonita tarde la de hoy. No se ve para nada el sol y está tan calmado que dormir sería un pecado.
Vengo este día con ganas de hablar de alguien... Pero no de la manera en que se suele pensar. Sucede que este «alguien» no es de este mundo precisamente pero tampoco diré nombres (ya, claro).
El cielo de este momento se podría comparar con la tonalidad de su piel y lo nublada que se pone mi mente cuando recuerdo el contorno de sus ojos. No es el ser más apuesto del universo pero tampoco es el más ingrato de todos..., bueno sí. Es algo ingrato, y tan estúpido que deja a los demás estupefactos (¿hay relación directa entre estas palabras?)
Y yo estoy diciendo tonterías...
No sé qué podría decir de este «alguien», pues no lo conozco de verdad y no he tenido la oportunidad; pero -y muy sorprendente, se podría decir- no le quiero conocer. Me da miedo pensar que toda ilusión detalladamente creada en mi cerebro se podría arruinar al escuchar unas palabras de sus simples labios.
Tampoco sé cuál es el sentido de escribir todo esto... quizás es por si algún día lo llegara a leer (lo cual dudo con el alma), pero si es así, «alguien»: debes saber que no existe armonía entre tu existencia y la mía y es por eso que nunca podrás rozar esta piel, sin embargo, eres la conmoción que he estado necesitando estos últimos tiempos para mantenerme en pie.
Gracias.

4 nov 2013

Ausencia de colores.

Hola, mundo mío.
Aquí llego yo como ha llegado noviembre para mí: sin aviso y sin novedades.
Estos últimos tiempos han sido algo complicados para este corazón, y no es que esté reviviendo experiencias pasadas, sino que las decisiones que la vida empieza a poner en mi camino se van complicando como los niveles de un video game. Quizá son cosas sin relevancia para el resto del universo pero para mí, en mi aparentemente pequeño mundo, son cosas que han de marcar mis páginas hasta el último pedazo de papel que me quede.
Y es que hay adultos -y adolescentes mismos- que me dicen: cálmate, no puede salir mal. No, bueno... Sé que no es el fin del mundo pero fuera extraordinario que alguien pudiera controlar al neurotransmisor que hace sudar mis manos y latir fuertemente a mi corazón.
He de ser sincera: como todo el tiempo, estoy haciendo tormentas en mi deliciosa bebida de chocolate, pero mi manera de ver las cosas se debate entre lo infantil y lo maduro. Por lo que he oído, es más fácil equivocarse ahora que uno es joven que después, cuando las decisiones se ven agotadas con el surgir de las arrugas. En realidad, creo que lo más difícil es vivir ahora sin pensar en el futuro (si es que nuestro dogma es que el destino lo escribimos nosotros mismos). Y es que a diario suceden tantas cosas de las que uno tiene que asumir parte y que hacen que vayan disminuyendo las horas del té y los sueños en vainilla. Pero entonces recuerdo que la esperanza en mí no se ha extinguido y que a penas llevo 17 años en este mundo lleno de novedades y de magia escondida en el césped sin cortar o en las mariposas que aún no salen del capullo. Y es ahí, en ese preciso momento, que siento las ganas de volar, correr y reír.
Y es justamente en ese momento cuando regreso aquí.
La inspiración sigue ahí afuera de mi ventana, en forma de gotas de lluvia queriendo rodar por mi piel y bañarme en sueños. Pero la imaginación se ha convertido en una amiga pasajera que se ha olvidado de nuestras citas entre sueños y de nuestros encuentros en clases. Si alguien la ha visto, dígale que la extraño y que el tesoro que había plasmado en mi cuaderno no es mío, sino un tributo a su existencia.
Con cariño, Esperanza.

5 oct 2013

Fortuna.

No sé realmente..., pero esta madrugada es una de esas en las que he quedado sin aliento.
Personas... Personas hay muchas en el mundo (demasiadas, diría yo), pero grandiosas personas hay pocas para cada uno de nosotros. 
Lo pongo así: no hay luna, hay mucho frío y mi agenda de recuerdos decide mostrarse ante mí con una de sus páginas dobladas. Llego a ella y la abro para arreglarla. Entonces una sola palabra cambia mi absoluta perspectiva de la noche: sentimientos.
Y si puede entrar en lo irónico, si es que es posible, la esencia de esta palabra me salvó de ella misma. Me sentía melancólica, me sentía perdida y más que nada me sentía vacía. Pero la leí como quien lee lo que no debe, como quien lee lo que quiere, como quien lee lo que no esperaba. Como cualquier cosa que lee y luego se procesa. Sentimientos...
Tuve que leerlo dos veces, no para comprenderlo porque aquello ya lo había hecho hace un buen tiempo, sino para revivirlo, para recordar que alguna vez fui importante en el pensamiento de alguien que entre sus tesoros me escribió. Dios y ese ser lo saben.
Personas, personas hay muchas; amigos hay muchos y pocos también; pero seres a los que es difícil de describir en una sola palabra hay pocos y este es el caso...
No sé si suene egoísta, no sé si vaya a cambiar la perspectiva de quien inspiró estas palabras, pero agradezco que seas invisible, y más que nada agradezco que esta madrugada sólo yo haya leído aquello pensamientos.
Y gracias. Gracias por esperar tan pacientemente al segundo en que mi respuesta llegara a tu ordenador y gracias por haberme hecho caer en cuenta de mi error... Hubiera seguido creyendo que debía llamarme a mí misma algo que quizá no soy (o tal vez sí), pero que sólo sería especial si fuera otro quien me consagrara con aquel nombre. Tú sabes bien.
Realmente mi agenda no está a la vista, y tampoco he pensado en abrirla..., pero como las casualidades del destino, como la suerte o como el hado que en un libro escrito estaba, llegué a aquel muro de sentimientos escritos con tanta paciencia y dedicación y fue entonces que mis ganas de escribir volvieron. Si alguna debías hacer algo por mí, agradezco que haya sido hoy.
Atentamente,
Alguien que está construyendo un pequeño mundo con nubes de tiempo y árboles de sentimientos.

1 oct 2013

I'm back.

Hola, mundo.
Hace tanto que no escribo en este blog..., siento que han pasado años pero sólo han sido meses, y qué puedo decir de mí; no he cambiado (o eso creo).
Estoy nerviosa. Realmente nerviosa. El sábado que pasó di por fin las pruebas para el ingreso a la universidad para las que, debo decir, me preparé bastante (aunque sigo pensando que no fue suficiente).
Me han preguntado cómo salí y yo he respondido que "caminando". Es la respuesta más certera que puedo dar. No sé realmente qué tal salí, no recuerdo en este momento si realmente di todo de mí para sacar un excelente puntaje o qué..., sólo sé que estoy aterrada por saber la calificación. Se supone que la dan en dos semanas, pero estoy tan impaciente: quiero que llegue ese día y a la vez no. Quizá cuando suceda se termine mi martirio, y es que para llenarme más la cabeza de ideas negativas estuve leyendo sobre carreras y esas cosas hace un momento. Debo decir que no más de imaginarme cómo será el futuro me sudan las manos. Raro porque justo ahora tengo frío. Pero bueno, vine al blog a desestresarme y a olvidarme que di una prueba muy importante en mi vida (o eso me dijeron).
Desperté esta mañana con la idea de que, en estos tiempos en los que leer se ha vuelto una moda, todos quieren ser escritores. Y no es que yo sea una gran escritora o tenga una imaginación de los dioses, pero llevo desde pequeña en este mundo mágico y creo que es incómodo e innecesario que se marque tan groseramente esta era de la escritura y literatura con, ya saben, la tan mencionada "literatura barata".
Yo he leído varios de esos libros "por probar" y debo ser sincera: antes me gustaban. Pero cuando empiezas a leer textos fructíferos y a analizarlos y reseñarlos, o escuchar las críticas de sabios experimentados que incursionan en estos aspectos, te das cuenta de la realidad y empiezas a desechar todo aquello que parece banal a simple vista.
Cada vez que voy a comprar un libro mi madre me pregunta si no es uno de esos que las niñas de esta sociedad llaman: "un buen libro". Y yo como siempre respondo entornando los ojos porque simplemente no me atraen.
Leí alguna vez, en alguna imagen de esas que ahora publican en las redes los grandes eruditos del amor (nótese el sarcasmo, porfavor), de alguien por ahí que la escritura es como el amor: si no nace no es verdadero, no es único, no llega al corazón del que lo percibe. Y es cierto... Tanto en la poesía como en las novelas una idea única y especial es la que casi siempre cautiva, pero para que sea así esta premisa debe ser valorada y desarrollada con fundamentos. Si tiene que viajar a la fantasía, que lo haga, pero si debe ser realista, que no exceda sus caminos. Yo sé que la imaginación humana puede viajar a mundos fantásticos, y quién sabe cuántos universos hay en realidad a parte de este que creemos conocer, pero muchos nos limitamos a lo cotidianamente inalcanzable. Sí, esa vida que desearíamos tener pero que por desgracia no es nuestra.
Alguna vez quise escribir sobre algo rutinario, pero se volvió tan aburrido para mí misma que desistí. Me gusta escribir poesía aunque no conozco mucho de los más reconocidos poetas. Me gusta escribir mis historias aunque aún tienen un matiz infantil. Me gusta escribir ensayos que luego desecho porque creo absurdos. Me gusta escribir y siempre he pensado que es en realidad una necesidad para mí... Es algo que fortalece mi alma y me ayuda a mí misma a superarme. Pero nunca será una moda, porque a las letras las llevo en la sangre O rH Postiva que corre por mis venas.
Gracias papá y mamá por amar tanto la escritura y la buena lectura. Gracias por haberme tenido.
Al punto que quería llegar es que, si escribir y leer se convierte en una moda, ¿qué será de nuestros hijos en un futuro cercano cuando los conocimientos queden desechados por absurdas peroratas de escritores que no tuvieron más elección que trazar historias para agradar a las masas?
Y bueno, ahí queda la cosa. Si no paso la prueba, seguiré intentando porque de eso se trata la vida, de alcanzar una meta aunque hayas fallado mil. Y además, siempre tendré algún "Érase una vez..." en mi cabeza para plasmarlo en cualquier rincón de este planeta.
God bless U.
Esperanza.

25 jul 2013

Diario, 25/07/2013

Hoy, al subir a la camioneta para ir al colegio, Tefa dijo con pesar "este no será mi día" y yo pensé: "pero llegar tarde al colegio no es señal de mal augurio, a mí me va bien el resto del día casi siempre". Pero en ningún momento pensé en que este iba a ser ese porcentaje tan diminuto que suele contradecirme. Y no es que haya sido un mal día porque he tenido peores, sino que... No sé, ha sucedido tanto desde que me cambié de colegio. Sí, ha sido un gran cambio y no sé si ha sido para bien o para mal, porque aún no veo los resultados pero el proceso no está siendo tan fácil de llevar.
Las pruebas para ingresar a la universidad se acercan y aunque me estoy esforzando no siento que sea suficiente. Sin embargo, eso no es lo que me atormenta. Este nuevo colegio me ha dado mucho que pensar; las personas en él, los maestros, las cosas que suceden ahí a diario. Y no es que medite sobre ellos, sino sobre mí misma. Cosas que nunca se me hubieran cruzado por la mente. Quizás es el nuevo ambiente que me ha abierto un poco los ojos a otra realidad, ya que antes estaba acostumbrada a los mismos problemas, al mismo universo y ahora es como si estuviera sola en un mar de gente. Sí, así.
De verdad extraño mi anterior colegio y me encantaría mucho estar con mi gente, pero también me gusta el de acá. Me sorprende lo que puedo descubrir sobre mí misma allí. He aprendido a aceptar mis errores y a darme cuenta de ellos sin echarme la culpa de una manera tan cruel. Sé ahora qué cosas son adecuadas de decir y qué no, o a sonreír sin motivos o con penas.
Bueno, esas cosas las habría aprendido en cualquier lugar o cualquier momento siempre y cuando representaran un cambio (el cual necesitaba). Pero hay cosas que no voy a aplicar nunca porque la teoría ya la aprendí de memoria.
Siempre me digo a mí misma: "no digas eso"; siempre me recuerdo a mí misma: "no hagas aquello"; siempre me reprendo a mí misma por hacer cosas indebidas. Pero una cosa es decirse a sí misma qué hacer, y otra muy distinta es escucharse, porque en aquel momento que hablamos con nuestra conciencia es cuando dejamos de ser una persona para convertirnos en dos, en ese amigo que necesitamos y que, a absolutamente nadie, le contará sobre lo que pensamos o sentimos; y es en ese preciso instante que empezamos a cumplir el papel del que habla y del que escucha. Es tan triste que sólo sepamos hablar y no escuchar. A mí me sucede todo el tiempo. Me gusta mucho hablar pero no soy buena escuchando, ni a mí misma... Y por eso tantos errores repetidos.
Tal vez sí he intentado escucharme a mí misma, pero es un gran conflicto. Es como si tuviera un botón de apagado y dejo de hacer todo lo que estuviera haciendo, pero se enciende mi modo pensativo y empiezo a verificar cosa por cosa que haya hecho y entonces me siento culpable porque en cada mirada, en cada palabra y en cada gesto ha habido algo que en ningún momento debió salir de mí.
Sigo en lo mismo, sintiéndome culpable pero esta vez conociendo razones. Supongo que es un buen avance, ¿no? Y eso me hace pensar en mantenerme en un estado pasivo para así no cometer esas equivocaciones que no dejan a mi conciencia tranquila (y esta a mí no me deja dormir).
Mañana tendré 17 años y un mes cumplidos y aún no sé cómo se vive la vida. Me siento apretada, y  me gustaría fluir..., que cada cosa que sucede en mi vida fuera divertida o una pasión (¡hasta la tristeza!), y no un motivo de presión. Así siento que se me escapa la juventud en un segundo y no sé cómo hacerle para rebobinar y levantarme tras cada caída en vez de esconderme.
Ha sido bueno escribir aquí. Lo necesitaba.
Y bueno... El día aún no ha acabado y yo aún estoy joven. Mientras tanto que los girasoles continúen siguiendo al sol como los humanos deberíamos seguir nuestros sueños.
Con afecto, Esperanza.

2 may 2013

XII.

Dañada... dolida. ¿Qué soy ahora?
Una muñeca rota, un alma herida, 
alguien de mirada perdida
que llora en silencio su deshonra.

¿Qué hice? ¿Qué debí hacer?
¿Qué fue lo que hizo de este colorido paraíso
un trágico infierno de placer?


¿Por qué lo adoro?
¿Por qué lo anhelo?

¿Por qué duele el hecho de no sentir dolor?

¿Está esto permitido?
¿Es esto correcto?
Sólo sé que ante sus ojos es prohibido
y eso atrae a mi maltrecho corazón.

...Musa, algún tiempo atrás.

Primer drama del mes.

Hola querido blog.
Debo admitirlo: hoy estoy triste. No deprimida, no enferma, sólo triste. Sucede que iniciamos las clases, pero, ahora, mi papel es de la nueva ya que me cambié de colegio. Es una presión después de todo. No sé qué pasará después pero quiero llorar.
Extraño mucho a mis amigos, a mis antiguos compañeros y a esos profesores a los que me encantaba tutear y con los que solía bromear. Ojalá acá hubiera pasado desapercibida pero fue imposible y siento como si tuviera que impresionar a mucha gente, y la verdad es que no quiero hacerlo, pero tampoco quiero que me afecte el hecho de que alguien vaya a salir decepcionado.
Qué triste obsesión que tengo con la decepción. Y este miedo por los cambios me veda la tranquilidad. Quisiera estar en mi anterior colegio y poder bromear con mis amigos, sentirme con la confianza necesaria para poder decir algo sin sentirme la rara, porque si era extraña, todos ahí al menos ya me conocían. 
Me siento claustrofóbica, y eso que el curso es muy bonito. Pero no quiero responder a ciertas preguntas ni continuar las conversaciones. Quiero abandonarme a la poesía y la prosa mientras el resto vive su mundo. Siento esta necesidad de encerrarme y no tener que forzar sonrisas o apagar sonrojos.
Sinceramente pensé que sería tan maravilloso como los libros suelen explicar sobre las chicas nuevas en los colegios y las aventuras que hacen de la historia algo tan interesante. Pero la realidad es otra: por dentro, ahí donde está mi corazón, sólo hay tristeza y ansiedad. Las lágrimas y las ganas de no parecer patética luchan por sobresalir, y al final del día sólo tengo ganas de dormir porque ni escribiendo se va esta tristeza. Y es que, acostumbrada un poco a la depresión, la tristeza es más compleja..., porque mañana volveré a estar feliz y me acostumbraré, pero es un cambio de emociones.
...Y los cambios me aterran.
Van a ser las cinco ya. ¡El día se me fue volando! Y mis ganas de escribir otra historia están volviendo a nacer. Por una parte es bueno sentirme así, porque llega a mí la inspiración para escribir, y la magia que se desenvuelve entre mis pensamientos y mis manos en el papel me hacen sentir viva, melancólica, romántica y espontánea... Me siento 'alguien'. Eso haré, escribiré aunque mañana tenga química y el profesor decida preguntarme a mí lo que más he temido que me pregunten este año: "¿Te gusta la materia?", porque me encanta, pero no me siento tan feliz de analizar los libros.
Termino este post con una frase que acabo de leer en una promoción de esas que dan por la calle: "Nunca, nunca, nunca te rindas". Gracias W. Churchill, aunque no te conozca. No me rendiré.
Con afecto y mucho drama, Esperanza.

29 abr 2013

Psicóloga sin respuestas.

Han pasado cinco minutos desde que vi el reloj por primera vez en esta extraña mañana.
Estoy escribiendo desde el laboratorio clínico en el que estoy practicando, y tengo un ánimo tan triste como el movimiento circular del ventilador de la sala. Todos aquí estamos tensos, cada quien con sus problemas. Y no es que los míos sean tan graves, pero estoy volviendo a sentir que voy a explotar.
Hace algún tiempo atrás había decidido que estudiaría psicología clínica. Me interesa bastante y -dicen algunos por ahí- tengo el don para "ayudar", pero la verdad es que ya no estoy tan segura como antes. A veces tengo este debate conmigo misma sobre si hablar o escuchar; asentir o negar. Sí, sigue siendo tan complejo... Y al final termino sufriendo por lo que he escuchado porque simplemente no sé cómo resolver el problema.
Mi madre suele decir: "los psicólogos resuelven los problemas del resto, pero ni saben cómo solucionar los suyos propios"; y confieso que es verdad. Estoy rodeada de algunos psicólogos y es triste su panorama.
Suelo creer que debería dejar libres muchos pensamientos para no sentirme tan saturada como ahora y poder cavilar mis opciones, y sólo hay un lugar para hacerlo: mi diario.
Estoy mirando el ventilador algo mareada por el calor y por el sonido de los papeles rompiéndose, pero en esta pequeña sala me encuentro feliz porque me interesa bastante lo que hago. Descuiden, este es mi tiempo libre.
Espero que tengan buenas tardes y un bonito fin de mes.
Con cariño, Esperanza.

7 abr 2013

"Pidió una hamburguesa, dos helados y cinco chocolates"

Hola. :)
Hoy tengo la leve corazonada de que la inspiración va a regresar a mí (no creo que "corazonada" sea el término que deba usar para describirlo). Sucede que el día está oscuro, hay viento y huele a tierra húmeda, lo cual es perfecto para escribir (al menos para mí).
Sin embargo, antes de empezar a re-leer las historias y corregirlas, tengo algo que comentar aquí. Primero debo aclarar que me gusta mucho conversar y que me agrada conocer a las personas y sus historias mediante ellos y no por terceros. Pero por desgracia, no siempre tendemos a escuchar sus verdades a través de sus labios, sino de estas otras personas que no tienen algo interesante que hacer con su vida y se ponen a inventar muchas más cosas que los asiáticos y alemanes juntos (claro que estas cosas no tienen ni oficio ni beneficio, como dice mi madre).
Últimamente he estado escuchando chismes que incluyen a mi gente, y como es de esperar, no me simpatizan en nada porque simplemente son cosas que ni siquiera yo estoy enterada de que han sucedido, y es que nada de eso es cierto. Lo que me parece irónico es la forma en que lo dicen, ¡como si ellos hubieran estado en el momento exacto que ocurrió! Dios, esa imaginación que le das a esas personas para inventar chismes dámela a mí para escribir más historias. Me entristece que esto ocurra, porque sé que no soy la única que ha estado implicada en este tipo de cosas, y se siente tan desagradable.
Pero después de haberme molestado decidí dejarle de tomar importancia y hacer oídos sordos. Sé de ante mano que las víctimas de estos chismes tienen la conciencia limpia y yo también y eso me basta para seguir adelante.
Aun así, eso no significa que tengan el derecho de inventar y exagerar lo que se percibe de cada persona.
Esperanza.

PD: Disculpen que el título tenga que ver con comida, ¡pero qué exageración! Yo nunca pediría tanto.

2 abr 2013

Por la comodidad del humano.

I'm on a highway to hell... *aparece Hope bailando*
Hola, mundo.
No, no vengo feliz. Por más
que ande bailando por la casa y cantando graciosamente, en realidad estoy triste y ofuscada, pero más que nada molesta. Sucede que mi señora madre trabaja fuera de la ciudad y ya que no podía quedarme sola en casa decidí acompañarla. Tenía planeado que fuera un bonito día y lo que se deriva de ello, sin embargo hasta ahora mi mañana ha sido catastrófica.
Fuimos a almorzar a uno de esos restaurantes que hacen quedar muy bien a la ciudad por su excelente gastronomía, y todo iba bien hasta que vi a una perrita (de uno o dos años) maltratada y hambrienta merodeando por el lugar. Sé que hay millones de animalitos así por las calles y es lo que más me duele, pero continuando con mi relato, yo no podía comer por el nudo en la garganta al verla y pensar en los tantos seres que existen y que no tienen un cálido hogar o alimento, por lo menos, y no voy a negar que se me rodaron las lágrimas, porque sí es cierto que soy llorona. El señor que nos sirvió vino y espantó a la perrita, enojándome, y como no soy de las que se quedan calladas, cuando se acercó a la mesa a retirar algunos platos diciendo: "Con permiso, voy a retirar esto. ¡Oh!, es que uno tiene que pedir permiso y ser cordial con sus clientes", le respondí: "Y así como tratan a los humanos deberían tratar a los animales". Mi madre sonrió ante mi respuesta apoyándome, pero el susodicho se había ido haciéndose el sordo. Mi madre es como yo en ese sentido, entonces me dijo: "Ve, ponle en una servilleta algo de tu comida y déjale para cuando regrese", y así lo hice. Se me alivió tanto el corazón al verla venir hacia mí en busca de su comida del día, pero entonces este hombre regresó a botarla del lugar. Mi madre le reclamó y él se excusó con que "los clientes se molestan con los animales que merodean los restaurantes". ¡Dios!, ¡y los rayos de Thor! ¡Como si los animales no tuvieran el mismo derecho de nosotros de compartir este espacio y alimento!
Juro que me lleva Hades, pero de las iras. En cualquier teoría, ¡en cualquier libro!, los animales siempre vivieron aquí antes de que nuestra perversa mente se desarrollara convirtiéndonos en "superiores", y así, ¡y así les quitamos el pinche derecho a vivir en paz! No pues, no me entristezcan con esta noticia, con razón Aurora quiere desaparecer a tanta basura que hay en el planeta.
No con esto quiero decir que todos tengan animales y se obliguen a quererlos, porque comprendo que a todos no les gustan los animales, como a mí no me gustan todos los humanos, pero al menos demuestren un poco de respeto y cordialidad por la vida, más bien ¡equidad!
Es que por Jashin..., si miraran sus ojitos, su triste cuerpo desnutrido y golpeado, su colita siempre moviéndose y su corazón latiendo a la espera de una caricia, de una amable mirada que les alimente el alma, comprenderían a lo que me refiero... Sí, me comprenderían muy bien.
De pequeña me enseñaron que nos llamamos seres humanos por eso, por nuestros sentimientos, nuestros valores, nuestro humilde corazón, pero los miro al rostro y me pregunto: ¿eso es lo que realmente somos? Yo no quiero ser así. Agradezco a Dios por haberme hecho así, no perfecta ni bonita, pero sí con un corazón amable para con todos los animales y plantas, ancianos y bebés. O más bien para las almas humildes y nobles, para quienes lo merecen. Y agradezco también por la suerte que tienen mis gatos de vivir en paz conmigo y por esas personas que respetan la vida de todos.
Esperanza.

31 mar 2013

Noches frías

En noches de viento como esta, es cuando me pregunto: ¿por qué tan triste? Miro cada rincón de mi habitación, busco su significado y me encuentro con respuestas vacías, con esperanzas falsas, y no sé por qué.
En noches frías como esta, suelo pensar en lo que he hecho y en lo que no y es cuando mi mente decide traer recuerdos, vedándome el sueño y nublando mi vista.
En noches melancólicas como esta, cuando el viento susurra frases ininteligibles al oído, es cuando me acuerdo de ti...

24 mar 2013

Marzo y Mariposas

Hola caluroso mundo.
He desaparecido por un mes y dos días, esto es terrible; y qué decir de mi olvidadiza mente. El último post que hice fue sobre una canción que me tenía por las nubes en aquel tiempo, y no mencioné que ese mismo día mi blog cumplía dos años. ¡Por dios!, mi blog ya tiene dos años y yo aún no lo puedo creer. Y no es que este blog sea famoso, cambie al mundo o sea interesante, porque ¡rayos!, es el blog de una adolescente irresponsable que nunca sube los capítulos de sus ilógicas historias y sólo escribe sobre cómo se siente. Pero vamos, es mi forma de desahogarme y para eso vengo aquí.

Hoy no vengo inspirada para escribir historias. Ya ni recuerdo cómo quería que continuaran las que he dejado empezadas pero ya que pronto se acabarán las vacaciones y empezaré el último año de colegio, así que he decido releerlas para re-escribirlas. Y eso haré, no prometeré porque casi nunca cumplo pero ya escribí así de enorme un cartel en mi habitación para no olvidarlo.

Ahí lo ven bien bonito, pero ignoren el de "TEFA ES FEA (FOREVER ALONE)", aunque es cierto (Te adoro querida prima).
Como decía..., y ya no recuerdo lo que iba a decir. Supongo que se debe a alguna enfermedad amnésica de la que aún no estoy enterada pero de la que vengo suponiendo tener desde hace un año y medio. Debo ir al doctor (o al psiquiatra, sería bueno).
Creo que sólo venía a hacerme presente para no tener tan abandonado al querido blog, y ya lo hice así que ya me voy. Aprovechando el tiempo antes de que la imaginación se vaya volando como las mariposas en verano.
Buenas tardes para todos. :)
Esperanza.

22 feb 2013

Lucky I'm in love... ♥

¡Hola glorioso mundo!
Lindo día para salir a pasear, ¿no? Para mí casi siempre es un lindo día para salir a caminar. Con tal de sentir el llamado de la naturaleza. Hoy ando feliz..., a pesar de que leer "María" me puso melancólica la noche anterior. El punto es que desperté con unas enormes ganas de escuchar "Lucky" y sonreír muchísimo. El pensamiento de que me gustaría escucharla algún día pensando en alguien especial (porque aún no hay nadie especial) llegó a mi mente y me encantó.
Me voy a cantar... Pero dejo la letra.

Do you hear me?
Talking to you
across the water
across the deep blue ocean
under the open sky
oh my, baby I'm trying... ♥

Boy I hear you in my dreams (♥)
I feel your whisper across the sea
I keep you with me in my heart
You make it easier when life gets hard.

LUCKY I'm in love with my best friend
Lucky to have been where I have been
Lucky to becoming home again
Uuuuh~ ♥

They don't know how long it takes
waiting for a love like this
Everytime we say goodbye
I wish we had one more kiss
I'll wait for you, I promise you I will

Lucky I'm in love with my best friend
Lucky to have been where I have been
Lucky to becoming home again
Lucky we're in love in every way
Lucky to have stayed where we have stayed
Lucky to becoming home someday...

And so I'm sailing throught the sea
to an island where we'll meet
You'll hear the music fill the air
I'll put a flower in your hair...♥

Througth the breezes throught the trees
Move so pretty, you're all I see
as the world keeps spinning round
You hold me rigth here right now...

Lucky I'm in love with my best friend
Lucky to have been where I have been
Lucky to becoming home again
Lucky we're in love in every way
Lucky to have stayed where we have stayed
Lucky to becoming home someday...
Uuuuuuh~ ♥

PD: Tengo la costumbre desde pequeña de dibujar corazones por todas partes, hoy lo hice notorio. ♥
PD 2: Feliz segundo año de vida, querido blog. ♥
Luckiest, Esperanza.

20 feb 2013

Una niña.

Hola...
...Sucede que hay un pequeño dolor, mínimo, pequeño, en el corazón, ¡no!, en el alma y ¡oh, rayos!, no es pequeño, es mediano. Es normal, es inmenso, ¡es gigante! Pero uno se lo gana ¿no?
Hay una niña que creció consentida. Ha sido caprichosa en ocasiones pero también es generosa, es sincera, es alegre y depresiva a la vez, ¡es dramática! ¡Es una niña!, en todo el sentido de la palabra... Y es bajita.
Desde que abre los ojos hasta que los cierra tiene amigos, no importa a donde vaya, ellos estarán ahí. Sean de carne y hueso, de papel, de plastilina, hechos por el viento mismo, o tan sólo creados por su imaginación, pero están. Ella los quiere. ¿Pero acaso sabe cuidarlos?
Y esos amigos son demasiado buenos con ella, son gentiles y la hacen sentir una más del grupo, porque a veces es demasiado tonta que siente que no merece pertenecer a la pandilla. No, no, no esa pandilla, al círculo de amistad.
Y ella es feliz, porque ellos la hacen sentir feliz. Ella tiene sus peluches y sus gatos y también los adora como a sus amigos. Pero ella los cuida más.
Sus amigos la quieren, pero no soportan la distancia ni la indiferencia. Espera, ¿indiferencia? La ausencia.
Ella los extraña pero la niña se aleja. ¿Por qué lo hace? Y aun así lo hace, porque no sabe por qué. Pero entonces regresa y sonríe con ellos. Es feliz.
Sin embargo, a la noche es triste, porque sabe que los está perdiendo. Porque mientras se aleja ellos la extrañan, y cuando regresa ellos ya tienen heridas. Y las heridas se curan pero las cicatrices quedan.
Ella no sabe qué hacer, los quiere demasiado y no puede verlos. Y antes prometió demasiado con verlos y nunca lo hizo. Ahora no parece ni sincera, ni generosa, ni alegre. Sin embargo sigue deprimida.
Y quiere pedir perdón por no cumplir y por no estar ahí. Pero no sabe cómo.
Entonces se va a dormir, o al menos cierra los ojos mientras las pequeñas lágrimas ruedan por su rostro.
Está triste, confundida y tiene un pequeño dolor en el corazón. O en el alma.
"Mañana será otro día para sonreír, son tus amigos", se recuerda con un suspiro.
Sucede que la niña duerme sin paz, porque "ya no hay" inocencia en sus tan repetidos "lo siento", que un amigo ya no quiere escuchar. Y ella quiere mucho a su amigo. O amiga...
Hay un gatito maullando afuera. Extraña a su humana, su niña. Pero ella está llorando porque extraña a sus amigos. Y se olvida de su gatito.
El gatito espera, porque sabe que aunque esta noche ella está dormida y llorando, mañana le va a sonreír y acariciar, y le va a querer tanto como el pequeño gato la quiere a ella. Porque es su amiga, y los amigos siempre están ahí, aunque no se vean.
Y ella lo abrazará al día siguiente, por eso la quiere.
Y esperará a que el sol vuelva a salir, para verla caminar por la puerta con su comida y un susurro lleno de ternura para él.
La niña adora mucho a su gatito y ahora sonríe con él, aunque su amigo ya no la quiera escuchar.
Pero el minino sí y así ella es feliz.

16 feb 2013

Inaceptable.

Lindas madrugadas para todos.
Estaba a punto de irme a dormir cuando leí algo en mi teléfono y ¡pum!, me enojé. Sí, si, me volví a enojar y eso no es tan común en mí, pero esta vez tengo razones para justificar mi molestia: sucede que una chica (según su amigo) tiene dueño, es decir, novio. ¡¿PERO QUÉ?! Ni que las mujeres fuéramos animales u objetos de los cuales los hombres pueden hacer honor de ser dueños. No señores, eso nunca permitiré en mi alocada existencia. Las mujeres nunca tendremos dueños, así como ustedes no tendrán dueñas.
Y sí, soy feminista. Es decir, ¿cómo se justifica a ello? Al decir "dueños" están privando a una persona de libertad de expresión y decisión. Ni sus madres se creen dueñas de sus vidas, ¿un chico lo va a ser?
Punto final a mi corto post. Necesitaba desahogarme para poder dormir.

¿Qué estarán pensando?

Hola.
Hoy hace un sol tremendo (aunque no tan fuerte como los días anteriores) y mi ánimo es pésimo, pero no es algo que realmente interese. Soy adolescente, y alguna nimiedad podría estar pasando por mi mente.
¿Se han preguntado alguna vez qué será lo que las personas que caminan por las calles han de estar pensando en esos momentos? Yo sí.
A veces me gusta asomarme al balcón o cuando voy sentada en algún transporte y mirar detenidamente a las personas que están alrededor, observar sus gestos e intentar adivinar lo que por su mente ha de estar pasando. Y es que es increíble hacerlo porque se derivan tantos pensamientos. ¿Cómo serán sus vidas? ¿Alguien les ha de estar esperado en casa? ¿Su sonrisa se debe a algo que acaban de ver? ¿Estarán orgullosos de quienes son? ¿Lograron lo que de pequeños querían ser? Son demasiadas preguntas que me suelo hacer y es gracioso intentar responderlas sin conocer a la persona a la que miro.
Es ponerte a divagar en que no eres el único protagonista en este mundo... Hay muchos más que se adueñan de su día a día tratando de hacerlo increíble o de sobrevivir a la rutina, pero es mucho mejor dejar de escribir en nuestro libro llamado "vida" en primera persona para, por un momento, escribir en tercera persona lo que vemos de los demás. Y con esto no me refiero a investigarlos detalladamente (¡chisme!), sino a imaginar historias, a fascinarte de lo grandioso que puede estar siendo tu día a día a diferencia del de otros, o agradecer la sonrisa que acaba de aparecer en el rostro de aquel individuo al que no conoces pero que te ha contagiado con su felicidad. A mí me gustan esas sonrisas, especialmente la de los ancianos y la de los niños: son angelicales, puras y contagiosas.
Y retomando el tema... Tiene otra ventaja: dejas de pensar en ti mismo, en tus problemas y en esas cosas que te detienen y empiezas a mirar a los demás. Es como abrir los ojos a la realidad y darte cuenta de que hay muchas maneras de encontrar una salida a cualquier situación. Es creer en que si los problemas fueran imposibles de resolver, no habrían tantas personas caminando por la calle con gestos tan serenos.
Me inspiré. Y eso que ando molesta. ¡Sí, molesta! Pero no me quedaré a chillar, iré a asomarme a la ventana, miraré la puesta de sol y a las personas que pasan al frente de mi casa y disfrutaré la hermosa vista que un sábado de caluroso invierno me brinda hoy.
Con cariño, Esperanza.

15 feb 2013

Marce Primero, hijo de Esperanza Segunda.

¡Hola gente!
Vengo a desarrollar mi teoría de por qué la gallina vino primero y no el huevo.
En realidad, no. Hoy (al menos acá en Ecuador es 15 de febrero), y siempre he tenido la costumbre de escribir mis post cuando ya está por terminar el día o más bien la noche. El punto realmente interesante aquí (o importante, debería decir) es que hoy cumple años mi adorado hijo, Marce (sí, Marce, acá legalmente aún estás cumpliendo 16).
Pues ya te dije que te adoro muchísimo y que te deseo un excelentísimo y feliz cumpleaños. Pero aún hay unas palabritas para decir...
Sé que nos conocemos de hace poco (a diferencia de otras personas que tenemos el honor de conocer ya desde hace tiempo), y qué decir, a pesar de ese lapso nos juntamos bastante y encontramos algo que tenemos mucho en común: adoramos discutir, o al menos entre tú y yo. Y después de todo ello me convertí en tu "madre", y tú en un hijo sabio y gracioso. Has soportado mis llantos, mis días de locura, mis seriedades, mis silencios, mis ganas de no hacer nada, has soportado y comprendido como un verdadero hijo nacido de la matriz de su progenitora debería hacer. Y por eso siempre te digo que eres grandioso y único. Espero que la nuera que me consigas sea tan perfecta para ti, como tú eres para casi ninguna de ellas.  Es que niño, a pesar de que eres argentino y yo ecuatoriana y te gano por meses, eres mi adoración, hijo del alma.
Te quiero y aprecio demasiado lo que haces por mí. Así como dices que el destino tiene guardado algo para mí, sé que para ti también hay cosas maravillosas en esta vida, y quién sabe en cuántas vidas más...
Aunque sí te voy a decir que una vez me enojé contigo pero no te dije nada y aquello fue porque me dijiste que "parecía como si un tren me hubiera arrollado". Es decir, sé que me veía fatal y demacrada, pero oye, dime "linda" que sonrío y mi rostro se ilumina.
Quisiera verte sonreír después de todas las cosas lindas que te han de haber dicho hoy, Rodri.
¿La pasaste bien? Espero que haya sido genial. Sonríe mucho, haz orgullosa a tu madre y vive feliz. Te adoro, Marce.
Con cariño, tu odiosa madre: Esperanza.
PD: Yo sí me tomo en serio esto de parecer tu madre. Equis Dé.
PD2: Ay mira, ahí estamos, madre e hijo idénticos.

14 feb 2013

Febrero Catorce.

Hola mundo.
Bonito día, ¿no? 14 de febrero. Ya imagino cuántos han de estar abrazados a sus amores o divirtiéndose con sus amigos. Yo estoy esperando que algo interesante suceda en este día, mientras tanto me pongo a escribir aquí.
Hace un momento estaba revisando el twitter y un grupo de noticias literarias al que sigo había puesto un tuit con una página que me pareció interesante, más por el tema de lo que se hablaba que por la imagen. Y decía "¿qué fue primero: la literatura o el amor?".
¿Sabes?, ese título impacta. Es como preguntarse qué vino primero, si el huevo o la gallina (y sigo defendiendo la teoría de que la gallina vino primero, pero podré hablar de ello otro día), y plantearse la idea dejando que fluya a nuestro alrededor confundiéndonos, llevándonos a laberintos de extraños pensamientos y llegar finalmente a una conclusión.
Entonces... ¿Quién fue primero?
Leía sus exclamaciones y el autor dejaba el debate abierto para los miles o millones de corazones que quisieran expresar su conclusión ante este tema. Y en mi opinión...
...La literatura fue primero.
Vivo en este siglo XXI y el significado de amor es algo contradictorio. «Te pertenezco y me perteneces», «Te quiero pero no te soporto», «Eres raro», «Lindo», «Hola y adiós». Está bien, admito que son demasiadas contradicciones lanzadas al azar, pero tienen un fin: confundir, porque eso es lo que el significado de "amor" hace hoy en día: confundirnos, marearnos, hacer que cambiemos nuestra forma de pensar mientras nos dejamos influenciar por la teoría de cada individuo sobre el amor. ¿Y lo que nosotros pensamos? ¿Lo que nuestros antepasados nos dejaron de enseñanza?
Sopesamos todas las historias que hemos escuchado, la vida de otros, nuestras propias vidas y llegamos a la conclusión de que el amor es sólo un mito (lo que vuela a nuestro alrededor son ilusiones), un mito que la literatura inventó para hacernos felices mientras leemos, para hacernos soñar con lo que sólo existe entre letras y pensamientos. Así es... Y si alguien me dijera que en el siglo II o XIV el amor fue verdadero, sólo tengo una respuesta: "yo no nací en aquella época".
Y no pretendo que con mi respuesta dar la imagen de que soy una amargada resentida con Cupido y sus hermanos. No, más bien lo contrario. Claro que existió amor antes, en cualquier siglo, en cualquier etapa del Renacimiento, o antes de Cristo, pero en escritos, en la imaginación de alguien. Y claro que soy una romántica empedernida, claro que sueño con el amor y que adoro las canciones esas que hacen suspirar ante un recuerdo o una imagen, pero si el amor existe fuera de libros, de escritos, de poesías y música... es amor de madre. El único, sincero y puro.
Y esa es mi conclusión. Seré feliz con esta perspectiva hasta que alguien logre cambiarme de idea.
Con cariño, Esperanza.

PD: Aquí el link del blog. http://blogs.elcorreo.com/divergencias/2013/02/13/que-fue-antes-el-amor-o-la-literatura/

30 ene 2013

"Ya qué..."

Hola, señores humanos del planeta Tierra.
Vaya..., enero está por terminar y yo aquí sintiéndome romántica por el ambiente; ya saben, lluvia, noche, el dulce olor a tierra húmeda, música suave y melancólica. Perfecto para escribir, pero lo dejaré para otra ocasión. Hoy sólo quiero adueñarme de este ambiente y ser yo la protagonista de mi noche.
Y bueno, sucede que empecé a recordar momentos -alegrías y tristezas, molestias y estupideces- mientras escuchaba una canción. Ya saben, la música trae tantas memorias. El punto es que aunque quería escribir romanticismos en mi agenda, surgieron las ganas de escribir sobre algo que las mujeres solemos decir cuando estamos decepcionadas o desilusionadas por alguna causa a la que ya no le encontramos solución. En mi sociedad estoy acostumbrada a escuchar "ya qué..." con un suspiro enternecedor. 
Y ese "ya qué..." tiene muchos significados, pero casi todos llevan a lo mismo. Quizás no me ha pasado a mí, pero hay momentos en los que anhelamos algo con tal desenfreno que parece ser nuestro único sueño por el que vivimos, algo por lo que deseamos luchar, y en ocasiones hasta lo hacemos con tanto esmero, sintiendo que cada acto ayuda a que lo consigamos. Pero no siempre el destino está de acuerdo con que eso suceda, y a pesar de nuestro esfuerzo no pasa lo que queremos que pase y nos convencemos de que ya nada podemos hacer, de que no conviene y suspiramos rendidas.
Y aun así, no estamos del todo convencidas con eso de que no nos conviene y que por eso no sucede. Tan sólo es desilusión lo que sentimos y pocas ganas de seguir otro sueño o meta. Sé que cuesta recuperarse de ello y seguir adelante (aunque nuestro deseo haya sido pequeño) pero nunca es imposible.
Sin embargo, un "ya qué..." no significa que las cosas queden ahí, porque no hay fe más fuerte que la que nace del corazón, aquella que es capaz de mover montañas -como suelen decir-, y llevarnos a nuevos mundos. Pero la fe no debe ser malgastada en cosas que no valen la pena y que sólo hieren más al corazón. ¿Se imaginan? Sería como si el corazón diera todo de sí por algo que a la larga no da ni un poco de satisfacción, sólo dolor. ¿Y entonces? Nace el miedo de confiar y dar todo de uno mismo a cualquier persona, animal o sueño. Pero no es culpa de nadie, ni de nada, sino de nosotros mismos, porque no sabemos cuándo es necesario dejar de darlo todo a la nada.
Sé que el corazón es un órgano vital para la vida, pero hablemos del corazón espiritual, ese que "duele" cuando nos lastiman, aquel que es cegado por sentimientos (al que tristemente solemos echar la culpa de todo) y que en ocasiones termina estrellándose. Pero en tal caso, para evitar que eso suceda, nada mejor que la razón lo tome de la mano y lo guíe (y que no sea la locura, porque muchas veces terminaremos pagando los platos rotos).
Supongo que no sólo nos pasa a las mujeres, los hombres también han sido víctimas de esta sensación, pero esta ocasión me refiero al género femenino por el hecho de que nosotras solemos ser más expresivas con este tipo de cosas. No digo que sintamos más que los chicos, porque no es cierto, todos tenemos la capacidad de sentir con la misma intensidad, pero las mujeres somos más abiertas con respecto a las emociones que los hombres.
Corazón, mente, desilusión, sentimientos. Y muchas bendiciones para todos.
Con cariño, Esperanza.

13 ene 2013

XI.I.XIII

Y ya no sé ni qué es peor; si vivir la vida así, amándote sin tenerte
o no volverte a amar, llorándole a mi suerte.

No sentir esto que me llena; lo que un día fue felicidad y hoy es pena.
Rechazando al sol que brilla como tu sonrisa
mientras convierto estas lágrimas en triste poesía.

Y es que eran tus fuertes brazos mi escudo protector,
era tu aroma el elixir de la pasión
eran tus labios mi deseo y mi desvelo,
eran tus ojos mi fuente de inspiración.

Pero eras tú el bondadoso dueño de todo ello.
Dueño de la alegría y la desilusión,
dueño de la ternura y el desconsuelo,
dueño de mis sentimientos y mi corazón.

Ladrón de mis suspiros y pensamientos,
aparecías en mi cuaderno como versos de amor,
derramando tu esencia entre mis recuerdos
y acariciando entre sueños la música de los dos.

Eras tú mi perdición, la fina línea entre la locura y el amor.
El príncipe de mi cuento de hadas, el niño, la luz, mi ángel protector.
En la enfermedad y la muerte, la cura para este corazón.

Pero clavé la daga en tu pecho
y abracé tu espalda compartiendo esta angustia,
dejando a tu corazón maltrecho
y a mi conciencia clemente abandonada en la lluvia.

Lágrima tras lágrima, vi helarse al amor,
cayendo en pedazos sobre su triste sepulcro
privando de color y vida a mi marchito mundo
mientras el cielo gris lloraba mi dolor.

¡Oh, vida mía! Te pienso, te quiero, te anhelo con desenfreno.
Recuerdo nuestro ayer mientras la vida se me va en ello
y maldigo a esta alma por haber recibido tanto amor.
Amor que no merecía y que ya no poseo hoy.

Abrazarte en mi regazo y llenar de ternura esta vacía habitación,
escribiendo nuestros nombres en el cielo y riendo sin temor
es lo que más deseo en esta nublada noche de arrepentimiento y dolor
pero fue el destino quien decidió que la protagonista de tus sueños ya no fuera yo.

Este puño no merece perdón.
Esta doncella llora desconsolada
con un irremisible corazón
roto en pedazos por tu fría mirada.

Pero ¡ódiame!
Ódiame y envenena al alma con este dolor,
susurra cruelmente tu calvario en mi oído,
destruye lo poco que queda sin compasión,
pero deja que nuestros labios pongan fin a lo prohibido.
Musa.

12 ene 2013

Nuevo año... (¡Quejas!)

2012... Como si hubiera sido hace doce días, y ¡oh!, qué graciosa que soy.
Bien, debo aceptarlo: hoy vengo con un ánimo, que ni para las colas. Y qué decir de mi aspecto personal, si me vieran... Pero eso no es lo que realmente interesa en esta ocasión (como si a alguien le llegara a importar lo que escribo aquí). Tampoco es mi objetivo llamar la atención, por cierto. ¡Sólo tengo un blog donde desahogarme porque escribo más rápido en el teclado que en mi cuadernillo de secretos ultra misteriosos! 
Sólo eso...
Me siento pesimista. Y eso que apenas son las diez de la noche por acá. Debería estar feliz, ¡ya es de noche! Pero ni eso me anima...
2012.
El año del fin del mundo, del dragón, de los errores sinfín, de los descubrimientos adolescentes, de las relaciones amorosas, de la polémica adolescente, del Gagnam Style y por último, pero no menos importante, el año de Hope.
Sí, mi año. Y qué agregarle al asunto. ¡Un montón de cosas!
Empecé el año sin llantos, lo cual fue un milagro. Pasé días escribiendo porque la inspiración y la creatividad habían decidido dejar de tomar vacaciones y venir a trabajar por fin (lo cual consideré un buen presagio para aquel año). Empecé a corregir mis historias, escribí unas cuantas nuevas, leí los libros que me encantaban, moría de emoción viendo Death Valley (oh, dios ¡qué malota!), me olvidé por completo que me gustaba un chico, olvidé el colegio, fui yo misma (sin complejos, sin llantos). ¡Vivía mi mundo y no lo compartía más que aquí en mi blog! Recuerdo que en enero estos chicos de El Criti-Cón dieron una crítica a una de mis historias y fue el mejor regalo en el mundo.
Oh dios... Aquellos tiempos. Me quedo embelesada recordando lo bien que se sentía.
Y llegaron los meses en que entraría a clases, mi dios... Segundo de bachillerato y ¡pum!, sucedió lo que dije alguna vez que nunca sucedería: me enamoré. Ya saben, la típica que dice: "¡Yo nunca me voy a enamorar!" (sí, mi querida Margoth (si es que estás leyendo esto), con ese tono fresa del que tanto te burlas), y la misma chica que al año termina arrepintiéndose de lo que dijo porque, ¡oh sorpresa!, sucedió. A menos que sea lo suficiente orgullosa como para ocultar los sentimientos -lo cual no fue mi caso-.
El punto es que viví meses hermosos, aunque conflictivos en ocasiones y algo dolorosos, pero y qué, fueron maravillosos.
Me peleé con mis mejores amigos, con él, con mi familia, con gente que ni conocía, con los amigos de mis amigos, con los amigos de él, ¡hasta con mis gatos, Dios! Y lo peor es que no me supe defender nunca, y los aruñones en mis piernas y brazos lo comprueban. Pero ya, dejando mis bromas aguadas y de mal gusto de lado, llegué a adorar tantos momentos como a odiarlos también, pero así fue. Pensé que quizás porque era un año de descubrimientos para mí sería distinto: dejaría de guardarme ciertas cosas y de decir lo correcto.
¡Ne! No, not, nou, nada. En vez de decir cuando me sentía lastimada a quien debía, lo lloraba y pues, las personas que me rodean no necesitan escucharme hablar para notar en mi aura que estoy mal (pinche libro abierto, quienes les sucede lo mismo me comprenden) y terminaban haciendo algo por mí, lo cual agradezco mucho, pero tal vez no fue no lo correcto. Al rato cambiaba de opinión y parecía una callada suicida alejada del mundo exterior. Carajo, ¡me llegué a odiar! Pero no era por alguien, un nombre, una persona o muchas personas. Fue por mí.
Bien dicen que Cáncer no aprende nunca la lección, por más que la de sesenta veces...
El punto es que me sentía culpable y mal conmigo misma, y así ¿cómo podría solucionar el lío que yo misma creé a mi alrededor? Para empezar, debí haber sido sincera conmigo y con los demás... Pero me adelanté a pensar por muchas personas y por eso escondí ciertas cosas en mi adorable cerebro para no lastimar... ¡Otra vez sorpresa! Logré herirlos.
Me siento una hipócrita de lo peor... Ingenua niña "tierna"...
Callé, dije lo que pensé que querían oír de mí, me cerré intentando ser perfecta y... por suerte aún no he perdido mi esencia, quien realmente soy, pero actué como si utilizara una máscara. Y esta era frágil, se empezó a quebrar poco a poco y aquellos a quienes quería impresionar se empezaron a dar cuenta de cómo soy. Pero eso no era agradable, porque intentaba colocar las piezas de la máscara en su lugar y esta se mezclaba con la piel, ¡era un torbellino confuso de personalidades!
Para resumir: dejé de ser como era y ya ni sé cómo actuar ante cualquier situación. Aún debo aprender que no necesito llamar la atención de los demás o caerles bien, sólo ser yo (claro que recordando mis principios, moral y valores).
Con todos los errores que cometí ya debería ser yo maestra y tener un diplomado en "piedras y raspones". Y bueno, ni sigo con el tema porque no tiene un final feliz. Me encantaría decir que, sí, como en las típicas novelas (fics, historias, etc...) yo, la problemática adolescente, se equivocó, se sintió la culpable, la perdonaron y ella supo cómo defenderse y continuar sin caer en aquel error. Quizás hasta donde dice que me perdonaron es cierto, el resto... Se atascó una piedra llamada "DEPRESIÓN-IDIOTEZ-INMADUREZ-BAJA-AUTOESTIMA-EXCESIVA" haciendo que se repitiera el ciclo sólo hasta el perdón. Y eso no es nada justo para los demás.
Pero bueno...
Se escapó mi gata. Sí, mi adorada gorda Chimuela-Nihao, y dejó a sus cinco gatitos a la intemperie. Me hice cargo de ellos, pero murió la menor. ¡La atropellaron! Aquello fue como perder a un hijo. Y sin bromas lo digo: una desgracia para mi familia.
Dejé de escribir, olvidé mi blog, me vicié con las redes sociales pero detuve este mal antes de que me mandaran a Viciados Anónimos, dejé de comer, bebí por primera vez en mi trayectoria ¡coctel!, y tomé una decisión importante que quizás cambie mi vida para siempre... Terminé con todo. Ah, y me enfermé como nunca.
Lo más triste fue al final pero ¡hey!, el 2012 ya terminó, se murió, se apagó, quedó en la historia, fin. ¿Para qué hablar más de ello?
Así que... este es mi primer post del 2013. Es extraño escribir este número, y debo admitir que es la primera vez que lo hago. Estoy en el club de "los corazones sin etiquetas" (nombre provisional que le he puesto al club que fundamos con mi amiga Nia, para los que no estamos preparados para sentimientos fuertes). Me siento pesimista, sarcástica, amargada, inspirada, fuerte, con muchas ganas de tirar el celular por el balcón, y con ganas de resolver el Álgebra también (ya empecé).
Y vuelvo a lo mío... la escritura. Porque dije que si un día me faltaba no sabría qué hacer. Con esto me desahogo y es mejor que el chocolate, sinceramente. Para terminar... este año prometí omitir los 'peros' en mi vida, así que espero que me vaya bien.
Bueno, a dedicarle algo de tiempo al 2013 y a estudiar... Me cambio de colegio este año (y eso que ya es el último antes de ir a la Universidad) y tengo que reponer todo lo que no hice en el anterior
Oh, God... ¡La chica nueva, miren cómo muero de nervios!
Así que... Goodbye Cold World~ (Una mala parodia mía de la canción "Hello Cold World" de Paramore).
Con aprecio, Esperanza.

PD: ¡Me corté el cabello! ...el año pasado. Fue una locura pero adoro cómo me queda, sólo que no entiendo el manual de cómo tomarse una foto frente al espejo.
PD2: Y no niñas, no soy fea.