2 abr 2013

Por la comodidad del humano.

I'm on a highway to hell... *aparece Hope bailando*
Hola, mundo.
No, no vengo feliz. Por más
que ande bailando por la casa y cantando graciosamente, en realidad estoy triste y ofuscada, pero más que nada molesta. Sucede que mi señora madre trabaja fuera de la ciudad y ya que no podía quedarme sola en casa decidí acompañarla. Tenía planeado que fuera un bonito día y lo que se deriva de ello, sin embargo hasta ahora mi mañana ha sido catastrófica.
Fuimos a almorzar a uno de esos restaurantes que hacen quedar muy bien a la ciudad por su excelente gastronomía, y todo iba bien hasta que vi a una perrita (de uno o dos años) maltratada y hambrienta merodeando por el lugar. Sé que hay millones de animalitos así por las calles y es lo que más me duele, pero continuando con mi relato, yo no podía comer por el nudo en la garganta al verla y pensar en los tantos seres que existen y que no tienen un cálido hogar o alimento, por lo menos, y no voy a negar que se me rodaron las lágrimas, porque sí es cierto que soy llorona. El señor que nos sirvió vino y espantó a la perrita, enojándome, y como no soy de las que se quedan calladas, cuando se acercó a la mesa a retirar algunos platos diciendo: "Con permiso, voy a retirar esto. ¡Oh!, es que uno tiene que pedir permiso y ser cordial con sus clientes", le respondí: "Y así como tratan a los humanos deberían tratar a los animales". Mi madre sonrió ante mi respuesta apoyándome, pero el susodicho se había ido haciéndose el sordo. Mi madre es como yo en ese sentido, entonces me dijo: "Ve, ponle en una servilleta algo de tu comida y déjale para cuando regrese", y así lo hice. Se me alivió tanto el corazón al verla venir hacia mí en busca de su comida del día, pero entonces este hombre regresó a botarla del lugar. Mi madre le reclamó y él se excusó con que "los clientes se molestan con los animales que merodean los restaurantes". ¡Dios!, ¡y los rayos de Thor! ¡Como si los animales no tuvieran el mismo derecho de nosotros de compartir este espacio y alimento!
Juro que me lleva Hades, pero de las iras. En cualquier teoría, ¡en cualquier libro!, los animales siempre vivieron aquí antes de que nuestra perversa mente se desarrollara convirtiéndonos en "superiores", y así, ¡y así les quitamos el pinche derecho a vivir en paz! No pues, no me entristezcan con esta noticia, con razón Aurora quiere desaparecer a tanta basura que hay en el planeta.
No con esto quiero decir que todos tengan animales y se obliguen a quererlos, porque comprendo que a todos no les gustan los animales, como a mí no me gustan todos los humanos, pero al menos demuestren un poco de respeto y cordialidad por la vida, más bien ¡equidad!
Es que por Jashin..., si miraran sus ojitos, su triste cuerpo desnutrido y golpeado, su colita siempre moviéndose y su corazón latiendo a la espera de una caricia, de una amable mirada que les alimente el alma, comprenderían a lo que me refiero... Sí, me comprenderían muy bien.
De pequeña me enseñaron que nos llamamos seres humanos por eso, por nuestros sentimientos, nuestros valores, nuestro humilde corazón, pero los miro al rostro y me pregunto: ¿eso es lo que realmente somos? Yo no quiero ser así. Agradezco a Dios por haberme hecho así, no perfecta ni bonita, pero sí con un corazón amable para con todos los animales y plantas, ancianos y bebés. O más bien para las almas humildes y nobles, para quienes lo merecen. Y agradezco también por la suerte que tienen mis gatos de vivir en paz conmigo y por esas personas que respetan la vida de todos.
Esperanza.

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