Hola mundo.
No sé si debería decir: disculpen por no escribir otros temas (mis historias y eso), y también disculpen que no las haya continuado, últimamente no tengo imaginación. ¿Será que llevo cuatro, cinco meses que ya no escribo? Para mí es demasiado. Extraño tanto usar los guiones largos, crear las emociones, desarrollar una historia, cautivarme en mi propio mundo. No lo niego, lo he intentado muchas veces pero lo único que consigo es prosificar un pensamiento sin coherencia alguna. Y prefiero mil veces cerrar la ventana de Word o mi cuaderno que escribir algo que no vaya a satisfacer mis expectativas o de los que me leen. Pueden llamarlo un capricho mío el querer escribir algo que agrade, pero -quizás- sólo mis amigos escritores han de comprender lo que siento en esos momentos en los que la inspiración toma sus vacaciones y la imaginación se encierra en un hotel con piscina, aguas termales y servicio a la habitación. Sí, sin ganas de nada. Obviamente, puedo escribir -aunque carezca de mis adorables recursos- pero al revisar lo que he elaborado, y al momento de postearlo, queda un vacío que sólo desaparece cuando el escrito queda como nosotros lo deseamos.
Y hasta ahora, busco la razón por la que la imaginación me ha abandonado. Estaba suponiendo que era por el colegio, pero las tareas no han estado tan pesadas. Recién en esta semana se me está complicando la existencia en la secundaria por los exámenes que empiezan mañana (debería estar estudiando) y los cuadernos que están en blanco (necesito un conjuro mágico para que se llenen solos).
Sin embargo no es eso. El colegio nunca ha sido gran impedimento para escribir, porque escribir es mi gran pasión (no sabría decir si antes o después del teatro, ambas son especiales para mí). Sé que hay algo más, tan sólo no puedo descifrarlo.
Sin embargo no es eso. El colegio nunca ha sido gran impedimento para escribir, porque escribir es mi gran pasión (no sabría decir si antes o después del teatro, ambas son especiales para mí). Sé que hay algo más, tan sólo no puedo descifrarlo.
Así que... a los que me leen, disculpen la demora. No prometo escribir capítulos de las historias o fechas futuras, porque quizás me falle la inspiración. Pero sí hagan barra para que vuelva a crear pronto, eso sería bastante bueno para mí.
Y bien...
He estado pensando que, como a todo ser humano, se me ha dado la oportunidad de recibir muchos regalos en esta vida. Lo admito, son regalos realmente hermosos, dignos de valorar y que desearía conservar para la eternidad. Pero la vida no es sólo dar y recibir, hay que aprender y para profundizar las tantas doctrinas que la vida tiene preparadas para mí, debo cometer errores, errores que toda persona podría tener. Claramente, como cualquier individuo, tengo temor a las equivocaciones, pues se juegan muchas cosas cuando es momento de decidir.Y justamente esas cosas que tememos perder, son esos regalos especiales de la vida.
Los amigos.
Nuestras acciones no siempre serán erradas ni tampoco las correctas. Para nuestra desgracia, esto depende de la perspectiva de cada uno. Cada persona es un mundo aparte, con creencias, y personalidades distintas. No a todos les gustará lo que hacemos. Habrán quienes nos apoyen, quienes sólo callen y asientan, y quienes protesten; a quienes heriremos. Pero no somos perfectos. Y sé que todos esos ejemplos perdonarán nuestras acciones e intentarán comprendernos. Sin embargo, el alma tiene un límite para soportar todas estas decepciones que causamos. Y cuando se llega a esa barrera, es difícil que las cosas vuelvan a hacer como antes eran (las personas pueden ser amables y comprensivas, pero no toda la vida soportarán desilusiones). Entonces, buscamos la manera de arreglar la situación, de recapacitar y no volver a cometer los errores. He ahí, el momento en que aprendemos una enseñanza de la sabia vida.
Algunos ganaremos experiencias, y conservaremos nuestro regalo por mucho tiempo más. Pero habremos otros que de tanto insistir en el mismo desacierto, aprenderemos la lección... perdiendo lo que más atesoramos.
Y duele. Duele más que las lágrimas que podamos derramar, duele más que nuestro triste lamento, hieren los recuerdos y le típico "¿y si...?", ese que tanto nos atormenta. Lastima y rasguña el alma, quebrantando los anhelos y las esperanzas, dificultando la tarea de levantarse de ese hoyo y continuar.
Hay quienes terminarán con esto, de una forma fatal. Sin mirar atrás y cegándose en su dolor.
Guardo una sincera plegaria por ellos.
Y también estarán los que soportarán la pérdida y se decidirán a continuar, con el vacío en su interior, pero dispuestos a recibir un ápice de alegría. Me alegro por ellos, porque suelo decir que... «siempre habrá una estrella brillando en el oscuro firmamento», y el querer seguir es suficiente razón para ser premiado nuevamente, tan sólo hay que tener paciencia.
En mi caso, no sé cuántas veces me he equivocado, ni cuántas veces he hecho las cosas bien. Y eso no es lo que me interesa, tan sólo espero que después de que este vacío desaparezca de mi pecho, vuelva a caminar con la sonrisa que me caracteriza, ganándome, con mis acciones, lo que he perdido.
Perdón por lo que no te ha agradado de mí -y no estoy siendo sarcástica ni irónica-, perdón por fallarte. Perdón por lastimarte, perdón por haberte decepcionado. Sólo perdóname.
Esta noche la luna se ve hermosa, aunque no está llena. A través de mi ventana me está transmitiendo la sonrisa que he esperado desde hace mucho (quizás esto suene ilógico, pero no para una persona tan fantasiosa como yo).
Mañana será otro día, y aunque me vuelva a caer, seré fuerte, y me levantaré.
Con adoración, Esperanza.
Pd: los equivocados también necesitamos apoyo, sino, no podríamos ser lo suficientemente valientes como para mejorar.
1 comentario:
Hola Musa.
Siento que ha pasado siglos, desde la última vez que te leí.
Bueno, podría decir muchas cosas sobre esto que escribiste. Me pareció algo con un tono reflexivo, muy profundo. Siempre voy a decir que te expresas estupendamente y si bien, últimamente no has escrito historias con personajes y gran desarrollo. Permíteme decirte, que esta clase de relatos tienen la característica de transmitir, incluso más que aquellas historias largas.
Esto se siente, porque de alguna forma el que te lee puede decir; sí yo también he estado allí o también alguna vez lo pensé.
Escribir, no esta determinado por un personaje o un dialogo, a veces el protagonista mas importante termina siendo el mismo escritor. Y cuando te abrís de este modo, ante las personas que visitan tu blog, déjame decirte que a mi personalmente, me maravillas.
Tenes un estupendo talento y ahora esta tomando unas vacaciones, no te preocupes va a volver. Y seguramente vas a arrasar con las hojas en blanco.
Te dejo un beso!
Fue y siempre será, un placer leerte!
Bye Tammy ^^
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