13 may 2012

Dear. Mom


«Aunque te he lastimado con mis malas decisiones
Tú en silencio me cuidas desde la distancia
Piensas que soy joven, aún una niña inocente
Lo pienso y hasta ahora entiendo
El significado de tus oraciones en silencio»
Ella...
Nació un 31 de marzo, en los brazos de una bonita familia que a partir de ese día fue más que feliz. Después de esos años en la que su figura paterna solo permanecía en sus corazones y en la fotografía familiar, se unió mucho más al ser que le dio la vida... Y creció.
Ambas vivieron contentas por más de cuarenta y cinco años... Solas pero unidas por un gran amor. Sin embargo, aquel ser que le daba fuerzas... dejó este mundo.
Ella no lo creía. Sus ojos solo se habían cerrado, estaba segura; ella despertaría, lo sabía; ¿por qué la metían en aquel cofre? Ella tenía mucho por recorrer..., susurró...
Pero la pesadilla se tornó real, y su mundo se vino abajo. Los días soleados ya no tenían color, las risas de los demás eran un recordatorio de la felicidad que había perdido y sus fuerzas habían decaído con demasía...
Todo era más que gris...
Y un día el sol salió... Su sol. Los pequeños ojos de la niña se abrieron ante el mundo que la rodeaba, y ella volvió a sonreír, una sonrisa sincera y cargada del amor que había perdido hace algún tiempo. La princesita en sus brazos emitió una risilla y sus esperanzas volvieron...
Ya son quince años... casi dieciséis desde que mis ojos vieron por primera vez los tuyos, y no me canso de expresarte el sentimiento que tengo por ti, mamá.
Porque eres lo más hermoso en esta vida. Porque sin ti yo no fuera nadie... Eres quien me brindó esta vida de sueños y canciones, eres quien llora mis desgracias y celebra mis victorias. Me apoyas siempre y estás para mí más en las malas que en las buenas.
Y yo te admiro, porque nadie tiene tanta fuerza y valentía como tú. Porque a pesar de la sociedad, sigues adelante teniéndome a mí pisando tus talones. Sonríes cuando no quieres hacerlo y te pones seria cuando más abrazos me quieres dar. Sé que te duele retarme por las locuras que hago sin pensar, y mil palabras no son suficientes para pedirte perdón por el daño que mis acciones te han llegado a hacer, pero tú sabes, madre, que te amo.

«Soy demasiado tímida para decirlo claramente pero
Mamá yo realmente te amo»
Con cariño, Musa.

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