Bueno... Empezaré diciendo que, sí, estoy bien.
Es agradable sentirse bien a pesar de lo que va a suceder mañana. Sólo quiero que sea tan bueno como hoy, o tan malo como hace algún tiempo.. Pero no intermedio, no lo soportaría.
Este post no es para hablar precisamente de mí, por parte de mí. Suena ilógico, pero es que esta vez otra vocecilla se hará ver por medio de este blog con sus agradables palabras... Mi "hijo", mi querido Marce.
Es una historia graciosa, en realidad él es menor a mí por unos meses y somos grandes amigos. Él vive en Argentina y yo acá en mi lindo Ecuador, pero nuestra amistad ha crecido desde hace algún tiempo y hoy somos "madre e hijo".
Él escribió unas palabras para mí, y este es su regalo de navidad y cumpleaños (el cual nunca te di, hijo, discúlpame de corazón).
Antes que nada, Marce... Gracias.
Esperanza, Hope y MusaUstedes pensaran que son tres personas, tienen razón. Pero también es una. No es que sea bipolar, o algo por el estilo. Estoy hablando de mi “madre”, madre de corazón. Ella es la mujer mas maravillosa que tuve la suerte de conocer. Es alegre y triste, porque la vida no ha sido muy justa con ella, pero ella es feliz. Si se las tengo que describir, ella es bella. Bella como ver un atardecer de verano. Una escritora de primera, es mi musa, porque ella me ha inspirado a escribir, a que mi mente vuele, a que navegue y a que cree una bella historia de amor. Ella, hoy es la reina, vive en un mundo de sentimientos, historias, y música. Su hermosa música. Toca el piano como nadie. Los que tengan el placer de escucharla decubrirán un mundo nuevo, porque ella se los hará vivir a través de la música. Hoy quería dedicarle esto, porque la quiero. La amo. Es mi madre, una gran madre y se lo he hecho sentir. Llantos, eso es lo que no me gusta escuchar. Que ella me diga que ha llorado por una persona, por una situación o “por todo”. La distancia nos separa, la amistad nos une. Me atreveré a decir que ella tiene reservado un gran destino. Lo puedo ver. Solamente le deseo lo mejor para ella, porque se lo merece. Terminare esto diciendo algo que solo ella diría: Me agradas, ¿eh?Besos Mama, Marce Álava.
Buenas noches.
Con dulzura, Esperanza.