El corazón nunca es sabio, pero sus heridas lo reconfortan.
No madura porque si lo hace muere, envejece y no vuelve a ser un niño que busca aventuras, dibujando fantasías.
El corazón no puede ni quiere cambiar porque no debe. No lo hace.
El corazón sólo es guardado tras una barrera de hierro, de frío, de dolor y rencor puesta por la mente, liderada por la fría conciencia.
El corazón es frágil pero nunca débil. No se rompe con facilidad y tan sólo son sus barreras las que se quiebran y la terrible mente queda al descubierto.
No, no ella, sino el corazón.
Pero la mente sobre-protege al corazón y al ser "poco útil" su armadura, llena de vergüenza e ira se enmascara en odio y rencor.
Pero el corazón nunca odia ni busca venganza. Él sólo quiere cambiar al mundo, mirar una estrella, regar una flor o disipar las dudas del ser amado.
Nada de esto tiene sentido, pero ninguna mente inspirada y sinvergüenza la tiene.
Esperanza.
1 comentario:
Es dificil encontrarle un sentido. Solo quien lo ha escrito se lo encontrara. Concuerdo con mucho de lo qe decis, pero me cuesta entender el texto. Solo voy a dejar una pregunta para que me respondas: ¿Que pasaria si el corazon fuera el que mandara sobre la fria mente?
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