Hola. :)
Hoy tengo la leve corazonada de que la inspiración va a regresar a mí (no creo que "corazonada" sea el término que deba usar para describirlo). Sucede que el día está oscuro, hay viento y huele a tierra húmeda, lo cual es perfecto para escribir (al menos para mí).
Sin embargo, antes de empezar a re-leer las historias y corregirlas, tengo algo que comentar aquí. Primero debo aclarar que me gusta mucho conversar y que me agrada conocer a las personas y sus historias mediante ellos y no por terceros. Pero por desgracia, no siempre tendemos a escuchar sus verdades a través de sus labios, sino de estas otras personas que no tienen algo interesante que hacer con su vida y se ponen a inventar muchas más cosas que los asiáticos y alemanes juntos (claro que estas cosas no tienen ni oficio ni beneficio, como dice mi madre).

Pero después de haberme molestado decidí dejarle de tomar importancia y hacer oídos sordos. Sé de ante mano que las víctimas de estos chismes tienen la conciencia limpia y yo también y eso me basta para seguir adelante.
Aun así, eso no significa que tengan el derecho de inventar y exagerar lo que se percibe de cada persona.
Esperanza.
PD: Disculpen que el título tenga que ver con comida, ¡pero qué exageración! Yo nunca pediría tanto.
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